La "guerra" de las automotrices también consiste en ofrecer a los clientes los mejores estándares de protección contra accidentes, y en la tecnología han encontrado un aliado.
Vivir sin tecnología parece imposible. Ahora se puede observar lo que sucede en nuestros domicilios a través de un smarthphone; podemos buscar recetas, hacer la lista de las compras y organizar la fecha de caducidad de alimentos como los yogures y la leche con sólo una aplicación en Internet.
Con sólo apretar un botón podemos estacionar un vehículo sin necesidad de que el conductor mueva el volante; incluso un sonido nos alerta sobre la presencia de un objeto en el camino. En la actualidad, la industria automotriz se mantiene en constante evolución y aplica la tecnología, en buena medida, en el uso de aplicaciones muchas veces imperceptibles al consumidor, ya que se ubican en el sistema motriz, principalmente para controlar la velocidad, consumo de combustible, oxigenación y temperatura del motor, pero sobre todo en medidas de seguridad como el frenado del vehículo y la activación de bolsas de aire, entre otros.
Para la industria es importante trabajar en sistemas de seguridad, porque se estima que el saldo de muertes por accidentes viales alrededor del mundo es de 1.2 millones de personas al año, según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS). De ahí que se aprovechen los avances tecnológicos y los apliquen en sus vehículos.
La firma alemana Mercedes-Benz ha desarrollado un sistema que tiene por objeto impedir que el conductor maneje en la dirección opuesta al flujo del tráfico.